Big Ben de Londres

Hoy quisiera contaros mi experiencia hablando inglés cuando viajo. Hablar inglés facilita mucho las cosas cuando viajas al extranjero, tanto para buscar información antes de partir como para desenvolverse allí comunicándote con la gente local o con otros viajeros que vas conociendo por el camino. Por poner un ejemplo; sin saber inglés nunca hubiese conseguido información de calidad de los Parques Nacionales de India (todo estaba en inglés) y ni mis compañeros de viaje ni yo nunca hubiésemos podido seleccionar Kanha y Bandhavgarh como primeras opciones para probar suerte buscando tigres en libertad.  Sin saber inglés tampoco hubiese podido conversar y aprender de la gente local y por tanto, el viaje a India nunca habría sido tan extraordinario.

Todo el proceso de entrada a los Parques Nacionales en India es en inglés

Como tantos y tantos miles niños en nuestro país, comencé a estudiar inglés cuando contaba con unos 10 años (cursaba 5º de EGB), luego en el instituto y así hasta cursar el segundo año de ciéncias biológicas (tenía unos 20 años). Gracias a ello siempre pude desenvolverme más o menos bien durante mis viajes. Hablar de comidas, preguntar cómo llegar a un lugar o cuánto cuesta la excursión, me resultó siempre sencillo. Pero es cierto que nunca fui capaz de establecer conversaciones profundas con la gente local, que al fin y al cabo siempre fue una de mis prioridades en mis viajes, de hecho siempre intentaba reservar un B&B (bed and breakfast) precisamente para eso, para hablar con sus propietarios y conocer sus costumbres y formas de vida.

Viajé a paises como Irlanda y comprobé que todo lo que había aprendido durante 20 años había servido de algo, pero no para todo lo que yo quería. Era imposible entender algo más allá del «how are you?«. Lo mismo me ocurrió en Alemania o Austria, países en los que, aun no hablando todo el mundo inglés, me sentí avergonzado por el mismo motivo. Y ya por no hablar de nuestros vecinos de Portugal, que prácticamente toda la población más joven domina el inglés. Todo ello me lleva a pensar que algo falla en el sistema educativo oficial de enseñanzas de idiomas, al menos en inglés, o al menos en Andalucía (desconozco en el resto de España). ¿Cómo es posible que habiendo estudiado inglés durante tantos años no lo domine?

En Irlanda se nos averió el coche y lo pasamos mal para comunicarnos por teléfono en inglés con la empresa de alquiler. Afortunadamente un simpático irlandés nos resolvió todos los problemas. Foto: captura de pantalla a un video que hicimos.

Con el tiempo me di cuenta que de seguir mi vida como hasta entonces, previendo un horizonte lleno de viajes, tenía que mejorar mi inglés. Irme de Erasmus un año ya era imposible, el arroz se me habia pasado, y no me quedaba otra que ponerme a buscar opciones realmente viables. Y fue ese el motivo por el que decidí cursar tres años en la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) durante mi estancia de siete años en la ciudad de Jaén. Como buen alumno que fuí superé todas mis asignaturas a la primera hasta conseguir el B1, que no está nada mal.

Con el título en el bolsillo, puse a prueba mis conocimientos en lugares como Estocolmo, Copenhaguen, Reino Unido y hasta en algunos paises africanos como Gambia, Senegal o Kenia.  El cambio fue notable. No tuve ni un solo problema para comunicarme con la gente local. Hablar con soltura y fluidez de casi cualquier tema fue muy satisfactorio.

Cambio de guadia en el Palacio de Bukingham de Londres

Mejorar mi inglés me ha supuesto responder fácilmente en este idioma algunos comentarios en el blog, e incluso conversar por el messenger de facebook con algún seguidor intentando dar respuestas a sus preguntas. Esta experiencia, por muy simple que parezca, también ha sido muy enriquecedora.

Habiendo pasado ya un buen tiempo de mis estudios en la EOI he podido comprobar cómo voy olvidándome de la gramática inglesa y de muchas de las palabras aprendidas estos últimos años. Tal vez se deba a que practico poco el idioma, y de hecho estoy planteándome la posibilidad de inscribirme en algún curso o intercambiar algún cafelillo con estudiantes Erasmus. Lo ideal sería hacer un curso de inglés en Londres o en cualquier otro lugar de Inglaterra como Cambrigde, Oxford, Brighton o Bournemouth, o incluso hacer uno en la ciudad en la que vivo, en Huelva. Ir a Londres a perfeccionar el inglés sería lo ideal pues seguro que se aprende mucho más rápidamente, se adquiere el mejor acento y un amplio vocabulario y se consigue buen nivel gramatical y destreza conversacional. Lástima que mis circunstancias personales no lo permitan en estos momentos de mi vida.

Me siento con la necesidad de seguir estudiando inglés, de mejorar este idioma, tanto para disfrutar más durante los viajes como para mi presente y futuro profesional en la biología de la conservación. Cada vez son más los estudios técnicos y científicos que he de empaparme para mejorar mi formación en la ciencia que estudia la vida y cada vez siento mayor necesidad de desenvolverme eficazmente hablando inglés mientras viajo. Haga un curso donde quiera que sea o tomar un café con jóvenes becarios seguro que será la mejor forma de mejorar mi inglés. Sin duda será una buena inversión económica y emocional porque me aportará más felicidad y satisfacción personal.

Tower Bridge de Londres