Una calle de Bilbao, junto a la ría.

Nuestro viaje por tierras vascas continuó por la ciudad renacida, Bilbao (Bilbo, en Euskera). La megaindustrialización de Bilbao en los siglos XIX y XX hizo de la ciudad un centro siderúrgico y naval de aspecto poco agraciado. Afortunadamente en la década de los 90 (del siglo pasado) la transformación de una ciudad contaminada a una ciudad limpia y hermosa, que reclama al turismo por donde muere el pez (por la boca) e indudablemente influenciada por el «efecto Guggenheim», ha hecho de Bilbao uno de los principales atractivos turísticos de Euskadi.

Museo Guggenheim. Bilbao

El plan de revitalización de Bilbao fue una apuesta valiente, puesto que se corría con el riesgo de hundir en la misería la economía de la ciudad. El plan se basaba parcialmente en la recuperación ambiental del río Nervión y la construcción de un museo de arte que sirviese como catalizador de la ciudad, el Guggenheim. Ha sido tan abrumador el éxito del plan que en la actualidad cada año más de un millón de visitantes de todo el mundo vienen a conocer la ciudad del histórico Athetic.

Pasear por sus principales barrios y degustar exquisitos pintxos fue la principal actividad que hicimos en nuestra corta visita (un único día) a la ciudad más grande del País Vasco. Es la mejor forma de conocer los principales puntos de encuentro de bilbainos, de localizar decenas de restaurantes de exquisita gastronomía vasca y de descubrir ese ambiente de ciudad europea de cielo gris y permanente lluvia (algo que nos llama especialmente la atención a quienes somos del sur).

El Guggenheim es un museo de arte moderno (de ese que no entiendo absolutamente nada). Su edificio es de escultura abstracta, construido a base de piedra caliza, cortinas de cristal y láminas de titanio. A pesar de que los diseños modernistas no son santo de mi devoción, no puedo ocultar que a mí, al menos, sus formas me parecieron atractivas.

En la entrada del museo se encuentra la escultura floral Puppy, que había sido pensada en principio como un adorno temporal. Puppy resultó tan popular que finalmente ha acabado siendo un elemento permanente más del Guggenheim. Se supone que es un perro, pero a mí me pareció también un gato, un osito… ¿Qué os parece a vosotros?

Museo Guggenheim. Bilbao

Es obvio que en Bilbao hay que ir a conocer su Casco Viejo, el barrio más antiguo y el núcleo originario de la ciudad de Bilbao. En él se encuentran la Catedral de Santiago (S. XIV) y las iglesias de San Antón, San Nicolás y Santos Juanes. El casco viejo de Bilbao, en conjunto muy armonioso y lleno de vida con comercios y bares tradicionales, fue lo que más nos gustó.

La Plaza Nueva, construida en 1849, está rodeada por edificios con arcos, donde se ubican varias tabernas, restaurantes y tiendas de bastante antigüedad y tradición. Detenerse por unos minutos en esta plaza y dejar pasar el tiempo, supone una buena forma de apreciar la «vidilla» bilbaina actual.

Plaza Nueva de Bilbao

A pesar de no parar de llover en nuestra visita de julio, a mí Bilbao personalmente me pareció una ciudad agradable, de hecho, repetí visita el pasado 4 de diciembre de 2012 (eso sí, por motivos laborales), aunque limitada en esta ocasión a la degustación pausada, muy pausada, de la extraordinaria cocina vasca en el casco viejo (evidentemente tenía que ser ahí) de la ciudad del Athletic. No me pareció una ciudad estrictamente gris, en absoluto, todo lo contrario. Tal vez en la época de explendor industrial fuese así, cargándose a sus espaldas injustamente con ese tópico. Me gustó mucho el diseño de sus calles, sus edificios de elaboradas fachadas que le dotaba de un aire señorial, el paseo por su ría y el contraste entre el verdor de sus zonas ajardinadas, tejados rojos y mar de nubes grises cantábricas con un cielo en ocasiones azul radiante. Eso sí, sin el carácter amable, hospitalario y servicial de su gente todo sería diferente.

Relatos de otros viajeros #postamigo 

– En el mundo perdido: Un paseo por Bilbao 

– La mochila de mamá: Bilbao: arquitectura de vanguardia

– Callejeando por el mundo: Guggenheim – Bilbao

– Locosxlosviajes: Escapada a Vizcaya, (Bilbao I)

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